El Deber, el Poder y la Opinión Ajena!

Sabes cuando de repente le extiendes tu mano amiga a alguien, ya sea un amigo, un primo, un vecino o un desconocido, y lo que recibes de vuelta es "Su opinión", externando la necesidad de lo que "deberías" de hacer con tu vida, tu casa o tus cosas?

Un mal día te llama alguien que necesita esa mano amiga, y de repente te ves brindado un techo para que esa persona pase la noche, ya sea por que vive en otra ciudad y  tiene una reunión en tu ciudad, o como me paso el otro día, un amigo había "perdido" la llave de su casa. De repente, esa persona llega y la recibes como una visita en tu casa. En un abrir y cerrar de ojos, y sin darte cuenta, oyes algo así como: “Yo creo que tu “Deberías” de hacer esto o aquello” o peor "Podrías hacer tal o cual cosa aquí o allí" y el juego de la "opinión ajena" empieza a cobrar forma. Te brindan soluciones para que mejores tu entorno y estas podrían hasta ser costosas. Luego de escuchar todas esas sugerencias maravillosas, miras a la persona, esperando con ansias a que termine de "proponerte" todas esas nuevas posibilidades y de opinar sobre lo que cree o piensa, o sobre lo que deberías o pudieras estar haciendo con aquellas cosas que son tuyas, cambiando por completo tu modo de vida, tu entorno, tu casa, tu forma y todo lo que eres y te pertenece... y cuando llega ese momento tan esperado, donde esta persona calla!! (al Fin!!) ...  entonces solo te queda decir, de una forma irónica y sarcástica... “Me parece muy bien, tienes tooooda la razón, se aceptan donaciones!!”

Es fácil abrir la boca y empezar a hablar sobre lo que el otro debería estar diciendo, haciendo y hasta soñando. Como simples mortales que somos, el querer emitir una opinión sobre lo que la otra persona debe hacer con su vida, como debe pensar o que debe decir, es algo tan común, pero tan desagradable a la vez. Amigo… no emita opiniones que no sean requeridas, no diga nada! Y deje que el resto de los mortales haga con sus vidas, o con sus cosas lo que se le venga en gana!